Hace unos años, si alguien te decía que existía el champú en pastilla, probablemente te sonaba raro. Hoy, ya es algo normal. Pero lo último que está empezando a abrirse paso, casi en silencio, es una versión todavía más innovadora: el champú en polvo.
¿Qué es exactamente un champú en polvo?
Literalmente, es eso: un polvo muy fino, casi como harina o talco, que viene en un frasco o sobrecito. No lleva agua, ni conservantes líquidos, ni ingredientes que dependan de estar en estado líquido para funcionar. ¿Cómo se usa? Solo tienes que echar una pequeña cantidad en la palma de la mano, añadir unas gotas de agua, mezclar y aplicar como cualquier otro champú.
Parece magia, pero no lo es. Es química bien pensada.
¿Por qué está empezando a ganar terreno?
Hay varios motivos que lo están haciendo destacar, sobre todo entre consumidores conscientes y viajeros:
- Cero residuos líquidos: al no llevar agua, se conserva mucho mejor y no necesita tantos químicos para estabilizar la fórmula.
- Ahorro de espacio y peso: ideal para viajes, para llevar en el gimnasio o en la mochila sin preocuparte por derrames.
- Formato eco-friendly: muchos vienen en envases reciclables o compostables, y al no transportar agua, se reduce la huella de carbono.
- Fórmulas limpias: al estar de moda lo natural, muchas marcas están apostando por ingredientes simples, efectivos y sin sulfatos ni siliconas.
¿Funciona igual que un champú líquido?
Depende del tipo de cabello y de la fórmula, pero en general sí, limpia igual de bien. La mayoría hace espuma al contacto con el agua, aunque suele ser una espuma más ligera. Hay que acostumbrarse al ritual, eso sí. Al principio puede parecerte que estás haciendo una receta de cocina en la ducha, pero en unos días se vuelve parte de la rutina.
Marcas emergentes que están marcando el camino
Aunque aún no es común verlo en tiendas físicas de España, algunas marcas internacionales ya hacen envíos aquí, y algunas españolas están comenzando a experimentar con este formato:


¿Vale la pena probarlo?
Si buscas reducir tu consumo de plástico, probar fórmulas naturales o simplemente te gusta lo nuevo, sí, totalmente. No va a ser para todo el mundo (quienes buscan una experiencia muy espumosa quizá se decepcionen al principio), pero es una opción con mucho futuro, especialmente si sigue la tendencia actual de sostenibilidad y formatos sólidos.
Un consejo si lo vas a probar
No lo compares con tu champú habitual de supermercado. Pruébalo con mente abierta, y dales a tus manos unos días para adaptarse a esta nueva forma de lavar el cabello. Muchos usuarios aseguran que después de un par de semanas, no quieren volver atrás.